El que ríe último, ríe mejor Caso Netflix

Luis Ramirez
2 min readMay 2, 2021
Photo by Mollie Sivaram on Unsplash

En el 2000, Reed Hastings, fundador de Netflix, buscó a John Antioco, CEO de Blockbuster, y le propuso trabajar en un nuevo modelo de negocio de alquiler de videos no presencial apoyado en el nombre de Blockbuster y sus tiendas. Antioco se río de la propuesta y le pidió que se fuera de su oficina. Y lo demás es historia.

¿Qué ocurrió luego?

Blockbuster era la cadena de alquiler de videos más grandes del mundo, por su parte Netflix era una empresa relativamente joven con apenas 3 años en el mercado pero con un modelo de negocio diferente. El pago era por suscripción y otorgaba a sus clientes una cantidad ilimitada de películas y series que recibían online o por correo postal. Se podía hacer el pedido desde casa y no había penalidades por devolver los videos fuera de la fecha.

El modelo de negocio de Blockbuster consistía en cobrar por alquiler de películas y un gran porcentaje de sus ganancias provenían de penalidades cobradas por retrasos en la devolución de videos. Este era un modelo que funcionaba. Para ellos, los de Netflix estaban locos. No había forma de hacer dinero si eliminas las dos principales fuentes de ingreso: el pago por película y la penalidad.

Netflix entendió lo que necesitaba el mercado. Blockbuster solo pensaba en el éxito de su modelo, no supo reinventarse.

Blockbuster estaba tan a gusto en su zona de confort que no cuestionaba las bases sobre las cuales trabajaba. Ni siquiera imagino lo que pasaría y no se cuestionó: ¿Podría cambiar la forma de hacer dinero en este mercado?, ¿Y sí las reglas del juego cambian, que haría? Son preguntas que raramente una empresa se haría si el negocio va bien.

Como este caso hay muchos. Kodak por ejemplo, fue la primera empresa en tener una cámara digital, pero la desechó porque no le servía para hacer dinero como tradicionalmente lo hacían: vendiendo rollos de película y papel para revelado. MySpace no asimiló las nuevas tendencias de sus usuarios y fue reemplazado por Facebook. Hotmail no renovó su interfaz de usuario ni aumento la capacidad de almacenamiento y fue relevado por Gmail. BlackBerry reaccionó tarde ante la aparición del iPhone.

Cada empresa, emprendimiento o start up debe estar constantemente preguntándose como mejorar, como ser más competitivo, como generar valor a sus clientes mediante su producto o servicio, tener planes alternativos en caso el modelo de negocio falle, etc. Y no esperar a que el negocio deje de funcionar para recién hacer algo al respecto.

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Luis Ramirez

Founder STARK & AV | Co-Founder of ANDHEURIS| Software Engineer | Product Manager